miércoles

Oigo un piano...

En la negrura de la noche, en la penumbra del sueño, se oye un piano. Unas notas mal tocadas, apenas unidas entre ellas, pero que aportan una magia especial a ese momento. No rompe el silencio, lo armoniza y se incorpora entre ese tejido. Nos hace estar bien..., completamente descansados. Aun así, no puedo dejar de preguntarme, ¿quién lo toca? ¿Por qué? ¿Por qué ahora? Me responde ese sonido, misterioso, escondido. Y en realidad, no me importa saber la verdad tras esas preguntas.

martes

A veces...,

                        a veces siento que el mundo es comestible.

miércoles

Retazos [VII]

—¡No me digas que me comprendes! —le grité—. ¡No sabes nada! ¡¡Nada!! —Me besó.
Me quedé helado. Podía sentir sus suaves labios contra los míos, podía oler el jazmín que perfumaba su cuello. La besé con más fuerza y finalmente me separé de ella.
—¿Por qué has hecho eso? —respiré con dificultad, intentando pensar.
—Yo… —se le quebró la voz y me miró, implorante—. Lo siento. Te aprecio mucho... —Se me hizo un nudo en la garganta—, casémonos.